La novedad se concretó este último viernes y es la consecuencia de un importante trabajo realizado durante los últimos años, en la capital de Santa Cruz, además se otorgo una mensión especial a la primer escribana santacruceña, Maria Crisitna Darre.
El Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Cruz se creó el 7 de septiembre de 1973, la primera Comisión Directiva estaba integrada por los escribanos Andrés María Vivanco (Presidente), Juan Carlos Boiero (Vicepresidente), Haydée Elida López (Secretaria), Aurelio Eduardo Asensio (Tesorero), Julio Alberto Imberti (Vocal Primero) y Jorge Hugo Ludueña (Vocal Segundo).
Esta Comisión, junto con el resto de los escribanos que había por entonces en la Provincia, especialmente con la colaboración de María Cristina Darré, primera escribana santacruceña, trabajaron en la elaboración del Estatuto del Colegio y lograron su aprobación en mayo de 1974, dictándose finalmente en 1985 la Ley Notarial de la Provincia de Santa Cruz bajo número 1749 y su decreto reglamentario número 1670/85.
Esta es brevemente la historia del Colegio de Escribanos, que en 2023 festejará cincuenta años de su creación, quedan en el camino de los primeros pasos el aporte de muchos notarios, entre otros Juan J. Bayá Elía, Luis Valladares, Alberto H. Rosas, Leopoldo I. Ruiz Moreno, Néstor E. Azlor, Angel A. Bustos (P), Lidia E. López Doná, Pedro Renna, Graciela Schenone, Manuel Camino y Adolfo A. Agulla Bordó.
EL LUGAR
El Colegio no disponía de un espacio físico propio y funcionó desde 1973 hasta 1977 en la Escribanía de Andrés María Vivanco, luego se alquiló un local en calle Errázuriz hasta que se presentó la oportunidad de adquirir el inmueble en el que actualmente se emplaza su sede, sito en calle Tucumán 52.
No había fondos suficientes para comprarlo, por lo que en una asamblea del año 1978 se decidió que cada escribano hiciera un aporte al Colegio, y -como aún así faltaba dinero- un grupo de escribanos solicitó un préstamo en el Banco de la Nación Argentina para conseguirlo.
La idea inicial era que tanto los fondos aportados como el préstamo fueran devueltos por el Colegio a los escribanos inversores cuando mejorara su capacidad económica, lo que nunca ocurrió atento que todos los escribanos renunciaron a ese derecho.
Posteriormente se adquirió una porción de terreno colindante para ampliar las instalaciones construyendo el quincho y una sala de reuniones en el año 1987. En 2006 se anexó otro terreno lindero con frente sobre calle Don Bosco que actualmente se utiliza como estacionamiento.
Advirtiendo que las instalaciones del Colegio necesitaban refacciones, con el apoyo de todo el notariado santacruceño, se inició la obra en septiembre de 2021.
Es por ello que estuvo funcionando en el quincho de la institución hasta que se concluyeron los trabajos en mayo de este año. Se remodelaron totalmente el frente del edificio, el hall de atención al público, la oficina del personal administrativo, la sala de reunión del Consejo Directivo y el archivo; también se renovaron las instalaciones sanitarias y cocina y se realizaron tareas de pintura en el quincho y su galería de acceso.
La tarea fue ardua -tanto desde lo personal para quienes estuvieron al frente de la organización de los trabajos, como desde lo económico para el Colegio- pero hoy estamos orgullosos de contar con una sede moderna y funcional para continuar con nuestra tarea de recibir y reunir a los colegiados, como también de ofrecer mejor atención al público que a diario se acerca a solicitar los servicios que el Colegio de Escribanos viene brindando a la comunidad desde hace casi 50 años.
Imágenes de la reinauguración:
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